Nos interesa compartir algunas reflexiones sobre la intervención como categoría, como experiencia corporal y como espacio / tiempo singular. En este sentido, creemos necesario compartir algunas ideas que venimos pensando y debatiendo con distintos colegas que presentan diversas inserciones laborales y están vinculados a la Facultad.
En 2014 se creó la Dirección de Vinculación con los/as Graduados/as, espacio institucional que permitió la sistematización de intercambios con los egresados de nuestra unidad académica. En este marco, emergió la necesidad de profundizar los debates sobre la categoría intervención, por lo que comparto algunas ideas claves:
- La intervención profesional la entendemos como situada en un espacio / tiempo singular. Esto nos permite relevar las particularidades que asume en cada territorio y organización, como la configuración de los límites y potencialidades de la misma.
- La intervención siempre se presenta de modo plural, por lo que pensamos en términos de intervenciones.
- Estas, siguiendo a Jorge Larrosa, se dan en “un entre” las personas, los lenguajes, los cuerpos, los lugares y los saberes. De esta manera, suponen una agudización / profundización que nos permita observar los modos de nombrar, de mirar, de acercarnos y/o alejarnos de los sujetos de las intervenciones.
- La forma de reconocer a las intervenciones como situadas nos permite tramitar las distancias opresoras y habilitar los encuentros libertarios, propios y de los sujetos de la intervención.
- Las intervenciones suponen una implicación corporal que nos habilita a poner en juego las herramientas de la profesión junto a una explicitación de los fundamentos que sustentan estos encuentros interventivos.
- Las intervenciones profesionales constituyen el espacio privilegiado de producción de rupturas epistemológicas -en clave de problematización-, tensionando los múltiples condicionantes de la vida social, las situaciones de los sujetos de nuestras prácticas y las posiciones que ocupamos en las organizaciones, en los diseños de las políticas, entre otras.
- La materialidad de las intervenciones leída desde las funciones esenciales de asistencia, gestión, educación y cuidado, propone la necesidad de producir rupturas epistemológicas y epistemofílicas a partir del reconocimiento de la corporalidad.
Cuando pensamos de este modo las intervenciones, señalamos que las narrativas de los trabajadores sociales se constituyen como puntos de vista situados, los cuales invitan a reflexionar sobre los orígenes y devenires de la profesión ¿Pero qué estamos narrando los trabajadores sociales? ¿Nos centramos en describir los padecimientos de los sujetos de la práctica? ¿Enunciamos y denunciamos aquello que no está inscripto en las agendas públicas? ¿Acompañamos procesos diacrónicos en los que la decisión última es del otro?
Es necesario acercarnos a los postulados del trabajo social anti-opresivo, el cual reconoce que las inequidades estructurales y las diferencias sociales se expresan en los procesos interventivos
Creemos que respondiendo estos interrogantes podremos mapear las tensiones de la intervención contemporánea. Dado que las narrativas vehiculizan aquello que toma visibilidad, nos permiten compartir en los múltiples lenguajes lo que acontece con los sujetos en la vida pública y los modos singulares de respuesta. Por esta razón, en la apuesta de visualizar las narrativas, entendemos necesario acercarnos a los postulados del trabajo social anti-opresivo, el cual reconoce que las inequidades estructurales y las diferencias sociales se expresan en los procesos interventivos.
¿De qué modo se expresan estas inequidades? ¿Las intervenciones cómo operan frente a ellas? ¿Problematizamos nuestros privilegios en las relaciones interventivas? En el actual contexto, donde se evidencia un retroceso de las coberturas sociales en términos de universalidad y las condicionalidades de los programas toman un excesivo protagonismo en detrimento de perspectivas de derechos, se torna urgente el hacer visibles las relaciones de poder y los modos de afectación de las injusticias sociales.
En tiempos de incremento del sufrimiento social de nuestro pueblo, poner el cuerpo se constituye en un acto complejo que necesariamente debe colectivizarse
El cuerpo es nuestro punto de vista metodológico, de hecho habitualmente planteamos que “ponemos el cuerpo” y que esto nos afecta. En tiempos de incremento del sufrimiento social de nuestro pueblo, poner el cuerpo se constituye en un acto complejo que necesariamente debe colectivizarse. Producir desde el saber interventivo constituye una puesta en valor del saber desde la práctica, desde “poner el cuerpo”, desde transitar y experimentar la heterogeneidad del territorio.
Fotógrafo / ilustrador: monogonzalez.blogspot.com.ar
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