La voluntad popular no se proscribe

Desde los diferentes claustros de la Facultad de Trabajo Social, representades en el Consejo Directivo, nos pronunciamos frente a lo ocurrido el martes seis de diciembre del presente año, donde condenaron a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a seis años de cárcel y a la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Esta situación encuentra un preocupante antecedente, cuándo el primero de septiembre de este año la intentaron asesinar, lo cual deja a entrever una vida política signada por la violencia sostenida en posicionamientos neo fascistas que atentan contra la democracia, tanto en nuestro país como en la región.

Sin embargo, la persecución política no termina ni empieza en la Vicepresidenta: Milagro Sala y les compañeres de la Tupac Amaru son otro ejemplo muy claro de cómo opera el poder cuando se ve amenazado e intentando disciplinar a la militancia.

Estos son los mecanismos que la corporación judicial, en connivencia con los poderes de facto, está instalando para restringir la voluntad popular de gran parte de la población. Lamentablemente, en nuestra historia este tipo de procedimientos no son nuevos. El partido peronista, luego del golpe del año 1955, estuvo proscripto durante 18 años, con la consecuente persecución, encarcelamiento y asesinato de funcionarios, sindicalistas y militantes políticos. Este proceso culmina con la dictadura de 1976, que se llevó la vida de 30.000 compañeres exiliades, encarcelades, muertes y desaparecides y sentó las bases económicas para el avance del neoliberalismo.

La recuperación democrática fue un proceso doloroso y gracias a la lucha militante de organizaciones de derechos humanos, movimientos sociales, estudiantiles y políticos, se sentaron las bases para una democracia que incluyera no solo las cuestiones formales sino también derechos políticos y económicos que garanticen la justicia social por la que tantes compañeres perdieron sus vidas. 

Sin embargo, estos casi 40 años de democracia, se viero ntensionados por gobiernos que fueron disputando y avanzando en políticas económicas regresivas, endeudamiento externo, y entrega de nuestra soberanía económica y territorial. En este sentido, no es casual encontrar que el máximo representante de la oposición, Mauricio Macri, mantenga estrechos lazos con el usurpador del Lago Escondido Joe Lewis, como tampoco sorprende el encuentro que este empresario tuvo con jueces y funcionarios de Juntos por el Cambio.

Si antes de la recuperación de la democracia, las metodologías en la región era a través de las armas, en la actualidad usan uno de los tres poderes del Estado, en este caso el Poder Judicial, gran parte de los medios de comunicación y sectores políticos destituyentes, para anular cualquier obstáculo que se oponga a la política de más entrega, ajuste y pérdida de soberanía.

Emulando las palabras de la Vicepresidenta, no vienen solo contra ella. Vienen contra el pueblo, vienen contra la democracia. Por eso nos declaramos en estado de alerta y movilización y como nos enseñaron las Madres de Plaza de Mayo: “la única lucha que se pierde es la que se abandona”.

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