Texto publicado en Voces de la memoria, edición especial de la revista estudiantil Voces Emergentes.
Recuperando el espíritu de lo colectivo, del reencuentro, se propuso a les estudiantes elaborar una crónica conjunta en donde cada une de elles pudieran contar las impresiones de las marchas del 23 y 24 de Marzo para poder conformar un relato coral sobre la experiencia de caminar con otres las calles, enarbolando banderas y cantos en común.
Esta invitación nace inspirada en La noche de Tlatelolco, crónica periodística de Elena Poniatowska que narra la masacre de estudiantes sucedida el 2 de octubre de 1968 en México. En este libro, la autora construye el clima político y social que llevó a la movilización, tomando testimonios orales de los protagonistas de la historia. Les estudiantes narraron los ritos que anteceden a la marcha: el mate, la coordinación con amigues, la decisión desde dónde y con qué columnas avanzar hacia la Plaza de Mayo. Algunes fueron por primera vez. Otres, reencontraron sus cuerpos vibrando con los cantos conocidos, buscando la larga bandera con las caras de les 30 mil.
El 2022 será un año que quedará en la memoria de quienes tienen un compromiso con la lucha por los derechos humanos. El año en que desanudamos la garganta para volver a gritar en las avenidas por les compañeres desaparecides.
Crónicas 23 de marzo, La Plata
La particularidad de marchar después de dos años de pandemia y aislamiento social obligatorio implica volver a poner el cuerpo, reivindicando la memoria popular en las calles.
Vanesa Robledo
La movilización es importante porque reivindicamos la memoria colectiva y se hace sentir. La cantidad de convocatorias de diferentes colectivos se hace presente, como dice el lema “un pueblo con memoria es un pueblo con democracia siempre”. Salir a marchar con compañeres algo nuevo para mí, ver tantos rostros agrupados y en colectivo.
Guadalupe Morales
Poner el cuerpo en las calles permite reconfigurar la lucha de otra manera ya que nos permite habitar espacios de encuentro y reflexión compartiendo un mismo sentimiento levantando las banderas históricas del “Nunca Más».
Alba Marcela Correa, Yanina Vega, Daniel German Martin

En un primer momento nos juntamos todes en el patio de la facultad y pintamos pañuelos con los lemas “nunca más”, “fueron 30.400”, símbolos de Madres de Plaza de Mayo. Algunas compañeras venían con sus hijes y se acercaban a pintar pañuelos también.
Guadalupe Morales
Nos volvimos a encontrar, volvimos a sentir esa mística con compañeres, amigues; volver a poner el cuerpo, habitar ese espacio que es tan simbólico e importante para la lucha y el compromiso con los derechos humanos y la democracia Argentina.
Milagros Bonello
Una compañera me dice que en su casa no se suelen hablar de temas de la dictadura, pero en nuestra generación somos unos distintos. Yo creo que es una verdad a medias, es cierto que quizás nuestra generación hable sin tapujos, sin miedo, pero de quienes más aprendemos sobre la memoria pasada es de nuestres mapadres, abueles
Guadalupe Morales
Se suman detrás estudiantes de la facultad de Bellas Artes. Se vive un momento de emoción, nos vamos reconociendo y acompañamos con cánticos. Marchando por la calle 7, sobre las veredas veo personas que se quedan mirando nuestro paso, mientras que colectiverxs, motociclistas y automovilistas están apresuradxs, nos van apurando en nuestro recorrido. El cielo gris, amenaza con llover.
Vanesa Robledo

Mientras nos movilizamos se va sumando más gente, veo mucha convocatoria juvenil, hay algunes encargades de mantener el control, cuando frenar, agruparnos más, hacernos a un lado en la calle, nosotres unides en multitud te da una sensación de protección muy linda.
Guadalupe Morales
Al llegar a Plaza San Martín, distinguí una multitud de rostros de desaparecidxs fotografiados en un banner extenso de color azul y blanco. Nos encontramos con una multitud de personas encolumnadas en organizaciones políticas,sociales y sindicales. Se destaca la presencia de lxs jovenxs, que siembran memoria.
Vanesa Robledo
“olé olé, olé olá como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”
Lo que me asombró fue la plaza llena de rostros blanco y negro, mirabas para arriba y estaba lleno de hilos con retratos que iban de un lado a otro hasta llegar a la estatua, pero esta estaba tan envuelta en esto que apenas se podía ver, triste de pensar que todos esos rostros son de desaparecidos.
Veía periodistas y fotógrafas documentando el proceso, la gente estaba animada y cantaba con ímpetu mientras sonaba la comparsa. Yo también documentaba todo en mi libreta, no sabiendo muy bien qué anotar pero poniendo foco en mis sensaciones.
Más que sectores de diferentes agrupaciones parecíamos una gran masa homogénea siguiendo una misma trayectoria.
Guadalupe Morales
Luego nos dirigimos marchando a Plaza San Martín, en donde nos encontramos con una considerable muchedumbre y una variedad de colores y banderas, cada uno con sus bombos y sus cánticos. En esta diversidad multitudinaria sentimos que todos compartimos un mismo horizonte, más allá de cada orientación política, en esta marcha pudimos notar que se construyó una instancia en donde sobresalía la perspectiva de lo colectivo con la necesidad de recuperar y reconstruir una memoria colectiva, en busca de la verdad y la justicia.
Alba Marcela Correa, Yanina Vega, Daniel German Martin.
¡Presentes, Ahora y Siempre!
Me parece importante reivindicar la memoria colectiva porque nos unifica como pueblo con una misma trayectoria, un mismo pasado, presente y encaminados hacia un futuro, porque una nación unida es una nación difícil de vencer y más soberana.
Guadalupe Morales
Comienza a llover y nos alivia del calor.
Vanesa Robledo
Crónicas de la marcha del 24 de Marzo en CABA
Todos los 24 de Marzo se conmemora el golpe de Estado de 1976 que dejó como saldo más de 30.000 desaparecidos, privaciones ilegítimas de la libertad, apropiaciones de recién nacidos y torturas en centros clandestinos
Fue mi primera participación. Pude coincidir con una amiga para viajar juntas en su auto cuando salía de su trabajo, me pasó a buscar y salimos para Buenos Aires. Ambas estábamos muy nerviosas y ansiosas por llegar, yo un poco más que mi compañera, ya que como mencioné anteriormente, era mi primera marcha, pero la de ella no. Sin embargo, en el camino ella me contaba que era emocionante volver a marchar luego de estos 2 años de pandemia en el que todo se paralizó.
Flotaba esa alegría de volver a vernos, esos abrazos eternos con compañeres que hacía mucho tiempo no veíamos.
Con el pasar del tiempo naturalicé las movilizaciones del 24 de Marzo, asistí por primera vez en 2015 cuando vine a La Plata a estudiar. Salía siempre con algún amigue desde la facu ya como algo natural y después de pasar dos años sin poder asistir fue muy extraño porque me permitió realmente tomar conciencia del porque elegía estar ahí.

“Madres de la plaza, el pueblo las abraza”
Se sintió tan hermoso poder estar presente y acompañar en esa búsqueda de tantos años de las abuelas.
Cuando terminó, al momento de la vuelta me quede con una sensación de orgullo en el pecho, un sentimiento inexplicable, que sin dudas quiero volver a sentir…
Reencontrarse con lxs compañerxs desaparecidxs y las identidades apropiadas y poder darles ese abrazo que desde hace 46 años están esperando.
María Victoria Reynaga
Este 24 de Marzo implico en lo personal el reafirmar el compromiso con esa búsqueda inclaudicable de las abuelas, son ellas quienes pudieron resignificar ese dolor y transformarlo en lucha, son ellas un faro para los derechos humanos, con ese amor y perseverancia, con un tranco cada vez más lento pero siempre marcando el camino a seguir. Estar ahí fue volver a sentir ese escalofrío que recorre todo el cuerpo porque recordamos unos de los momentos más oscuros de nuestra historia, pero sabiendonos acompañades, contenides y tomando el compromiso de seguir exigiendo memoria verdad y justicia.
Milagros Bonello
