“Estructura Negacionista y Movimientos Neofascistas”

El viernes 26 de marzo en el marco de la XXVII Semana de la Memoria, se llevó a cabo el panel “Neofascismos y Negacionismos”, actividad organizada por la Maestría en Trabajo Social y transmitida por el canal de Youtube de la Facultad de Trabajo Social.

El viernes 26 de marzo en el marco de la XXVII Semana de la Memoria, se transmitió por el Canal de Youtube de la Facultad de Trabajo Social el panel “Neofascismos y Negacionismos”, cuyo expositor fue el Dr. Daniel Feierstein, con los comentarios de la Mg. Silvina Cavalleri. La actividad fue organizada por la Maestría en Trabajo Social en el marco del seminario “Trabajo Social y Cambio Epocal: una mirada desde el sur para pensar los tiempos de pandemia”.

Daniel empezó reflexionado sobre en qué consiste la negación y la categorizó como un sistema de defensa. Desde esta categorización aclaró que “no es lo mismo que el negacionismo, pero es como un basamento sobre el cual poder comprender una estructura o la construcción de una estructura ideológica”. En este sentido, encaró la reflexión desde el psicoanálisis, relacionado al mecanismo de la negación como un mecanismo de defensa; y resaltó que este mecanismo no debe ser comprendido desde un carácter negativo justamente porque su carácter protectivo es una necesidad de nuestro aparato psíquico.

Desde esta idea nos propuso tres formas de negación que tienen un impacto distinto cuando se transfiere a estructuras ideológicas: el mecanismo de la negación como “la imposibilidad de acceso a determinadas sensaciones, experiencias”. Por otro lado, la mala fe que “son autoengaños, es convencernos de que algo no existe” y la desmentida remarca que es “un enterarse, pero actuar como si uno no se hubiera enterado”.

Luego, expuso un segundo nivel, que tiene que ver con el pacto de negativo y que está relacionado propiamente con lo intersubjetivo. Este pacto, según el expositor, “ocurre en la relación intersubjetiva” y aclaró que “así como el mecanismo de defensa está al servicio de la protección del aparato psíquico, el pacto de negativo está al servicio de sostener a cualquier costo el vínculo social porque si esa verdad emergiera ese vínculo social no se puede sostener”.

Por último, un tercer nivel, donde se construye el negacionismo, propuso pensarlo como una estructura ideológica, como forma de pensamiento, un modo de construcción de la realidad: “es una estructura de comprensión de la realidad que es transformada la negación en el modo de legitimación de determinada práctica social o el modo de construcción de la explicación de la realidad”.

Para finalizar, planteó que esta estructura ideológica comprende cuatro tipos de procesos: el primero tiene que ver con la minimización o relativización que en los procesos genocidas se pueden ver con claridad en los modos discursivos: “no son los muertos que dicen”, “no son las víctimas que dicen” o en el contexto de pandemia “no son tales los muertos” “no son los que dicen” . El segundo procedimiento, lo denominó la falsa equivalencia en tanto se corre la mirada y se plantea algo paralelo a una situación. El tercero, la sobre simplificación que en los procesos genocidas han tenido que ver con esa falsa equivalencia con la lógica de la guerra y que esto “resuelve” la situación. Por último, las teorías conspirativas que tiene que ver con “la proyección, que es poner aquellas cosas que generan rechazo, temor en mí mismo ponerlas afuera, ponerlas en otros, ponerlas en otras personas como modo de transferir el odio”.

Como cierre, Daniel remarcó que la emergencia neofascista del S. XXI está vinculada con las transformaciones en la subjetividad que ha provocado el neoliberalismo que facilitan la acción a lógicas neofascistas y que, por eso, resaltó reparar en esas transformaciones de la subjetividad para dar una disputa en ese plano.

Por último, Silvina Cavalleri resaltó la necesidad de poder pensar estos procesos, el negacionismo y el neofascismo en el marco de una mirada histórica, por lo menos hacia las últimas décadas. En este sentido, retomó la idea de que el neoliberalismo tiene su heterogeneidad, es una paradoja, es un modo distintivo de razón, de producción de sujetos, una conducta pero que sin embargo va adquiriendo formas distintas según países, regiones, cruces con culturas y tradiciones políticas particulares. A su vez, contextualizó el presente comprendiendo que la pandemia irrumpe en los escenarios en los que transitamos, vivimos, y que por lo tanto es necesario situar las transformaciones de lo social en las últimas décadas y que de alguna manera también contribuye a entender qué sucede en esta pandemia del COVID-19. Una pandemia que muestra descarnadamente las consecuencias que genera el modo de producir y vivir en las sociedades capitalistas contemporáneas, evidenciando las más estremecedoras y muy variadas expresiones de desigualdades, vulnerabilidades y fragilidades.

Para concluir, el panel nos convocó como estudiantes y profesionales a poder disputar los sentidos y poder recuperar lo histórico para poder comprender las estructuras de estos procesos, comprender sus características, sus lógicas para poder reconstruir el lazo comunitario, para reconstruir la fuerza política, para reconstruir esa transversalidad que permitió derrotar a la impunidad y a resistir las transformaciones subjetivas que nos atraviesan, pero sobre todo mantener la memoria.

Nota realizada por Luis Esteban Nurnberg Sossa en el marco del Tramo Optativo de la Licenciatura en Trabajo Social de la FTS.

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