“La protección social es fundamental para contribuir a la plena realización de los derechos económicos y sociales”

El jueves 3 de septiembre se desarrolló un nuevo Ciclo de Diálogos organizado por el IETSyS. En esta oportunidad el debate se enmarcó en torno al proyecto “Programas de transferencia condicionada en Argentina y Chile: análisis en perspectiva comparada” en donde dialogaron las investigadoras chilenas: Gabriela Rubilar, Claudia Campillo y Taly Reininger con la moderación y comentarios de Mariana Gabrinetti y Marcela Velurtas, docentes e investigadoras de la casa.

El jueves 3 de septiembre se dio inicio a la segunda parte del Ciclo de Diálogos organizado por el Instituto de Estudios en Trabajo Social y Sociedad (IETSyS), que culminára el jueves 15 de octubre del corriente. En esta oportunidad el debate se enmarcó en torno al proyecto “Programas de transferencia condicionada en Argentina y Chile: análisis en perspectiva comparada” en donde dialogaron las investigadoras de la Universidad de Chile: Gabriela Rubilar, Claudia Campillo y Taly Reininger con la moderación y comentarios de Mariana Gabrinetti y Marcela Velurtas, docentes e investigadoras de la casa.

La actividad llevada a cabo mediante la plataforma virtual (Facebook-Live) de la FTS-UNLP, contó con la presencia del director del Instituto, el Dr. Alfredo Carballeda, quien dio la bienvenida y enmarcó el encuentro en el contexto actual, el cual  “nos encuentra en una América Latina fuertemente desigual”. Luego siguió el turno de la Dra. Mariana Gabrinetti, quien explicó que el recorrido del proyecto de investigación en el que trabajan las expositoras está pensado en perspectiva comparada (de las realidades e intervenciones en relación a la temática de Argentina y Chile).

La primera exposición estuvo a cargo de Dra. Claudia Campillo quien sostuvo que “la protección social es fundamental para contribuir a la plena realización de los derechos económicos y sociales de las personas que se han reconocido en tanto las leyes y tratados a nivel nacional  de nuestros países latinoamericanos” y orientó el análisis en las dimensiones de la protección social no contributiva (asistencia social, ayudas alimentarias); la dimensión social contributiva (pensiones, jubilaciones); y las regulaciones del Estado a las dimensiones del mercado laboral. Para caracterizar las mismas, la expositora puntualizó en dos elementos del caso chileno, para así también poder trazar las similitudes y diferencias con el caso Argentino: estos elementos característicos tienen que ver con la tendencia hacia la mercantilización en los servicios sociales y del hiper liberalismo del modelo económico y social, que también se proyectan en los debates internacionales. La otra característica que remarcó es la preminencia de una protección centrada principalmente en los programas de integración transversal (programas de transferencia condicionada, hiper focalizados para grupos específicos).

Luego fue el turno de la Directora del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Chile, la Profesora Gabriela Rubilar quien comenzó su exposición desarrollando la irrupción de la perspectiva de derecho en su país. En ese sentido, puntualizó que “el sistema de protección en Chile es un sistema bastante básico, de coberturas muy focalizadas y muy especializadas donde hay que cumplir muchos requisitos para poder llegar pero además es un sistema de alta exigencia para permanecer en el (…) es un sistema qué en algún modo está pensado en una lógica que hace que las personas merezcan cumplir constantemente con esas prestaciones”. A su vez, remarcó que esta es la arquitectura que se heredó desde la dictadura y que ha permanecido más o menos igual en todos estos años, pero con ciertos cambios: principalmente que los sujetos destinatarios de la asistencia de la protección hoy en día tienen otra educación y que han caído sus tasas de natalidad, esto impacta en un cambio demográfico que el sistema de protección social debería pensar en armonía con la idea del ciclo vital; además el mismo se ha ido feminizando en la medida que se han incorporado las mujeres al trabajo remunerado, el peso del trabajo reproductivo sigue siendo invisible y por lo tanto así explicitó un elemento común con Argentina qué es la invisibilidad sobre el trabajo no remunerado. Por último, planteó una de las diferencias más importantes que identifica con Argentina tiene que ver con que  en Chile nunca se terminó  de configurar el estado benefactor.

En último lugar, tomó la palabra la Dra. Taly Reininger quien por cuestiones de salud abordó su participación mediante un video grabado con antelación. Ella centró su análisis en los supuestos detrás de las estrategias de transferencias y en porqué se han convertido en una solución. Para ello realizó un recorrido histórico sobre uso de las transferencias económicas en tiempo de crisis y también como estrategia para mitigar la pobreza extrema. A su vez, remarcó que la idea de “transferencias monetarias” va de la mano de la idea del mérito y de cómo se decide quién merece y quién no merece recibirla; que iría muy ligado a la idea de responsabilizacón individual: las personas se tienen que hacer responsables de sí mismos de sus vulnerabilidades. De este modo concluyó que “se arma la idea de que la dependencia económica por el Estado es algo altamente negativo, esta valoración sigue muy presente y muy instalada en América Latina desde finales de la época de los 90, identifica un punto en común con toda la región, porque esta tendencia viene de la mano con consolidación de neoliberalismo y también viene de la mano con el arraigo de lo que se llaman “los programas de transferencia condicionadas”.

Finalmente, en el cierre del encuentro, se pusieron en tensión las cuestiones relacionadas a los levantamientos sociales de octubre de 2019 en Chile y los desafíos del trabajo social en este contexto; centralmente el debate sobre las dimensiones comunitarias y de universalización de los programas de protección social como desafio de la profesión en la región. En este sentido, la Dra. Claudia Campillo expresó: “el trabajo social tiene una oportunidad histórica en esta coyuntura en la que vivimos en Chile y también en Argentina, una de las cosas que ha caracterizado la implementación de los programas de protección social en ambos países es la individualización, la fragmentación en la lectura de la realidad y  de los individuos, el sujeto ha estado siempre valorado en este modelo como único responsable de sus condiciones de vulnerabilidad y en ese sentido creo que el trabajo social puede hacer aportes sustantivos, en cuanto un giro programático de un sistema de protección social universal sustentado precisamente en la dimensión comunitaria”.

Nota realizada por Daniela Donato en el marco del Tramo Optativo de la Licenciatura en Trabajo Social de la FTS.

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