El 13 de este mes desde el año 2003 por Ley 25.844 se estableció como “Día del Pensamiento Nacional” en homenaje al nacimiento de Arturo Jauretche; quien explicó de manera clara, precisa y brillante como la “Colonización Pedagógica” es el medio a través del cual los países centrales mantienen su dominio sobre los países periféricos, generando una superestructura cultural, que tiene dos brazos: uno se manifiesta por derecha y otro por izquierda, pero ambos logran su objetivo de mantener y aceptar mansamente la dependencia.
Por derecha para mantener los privilegios, por izquierda por ser revolucionarios perfectos, de escuadra y compás, pero siempre lejos de la comprensión de los movimientos nacionales.
Justo homenaje para quien describió como pocos “Las Zonceras” del sometimiento que inhiben la formación y divulgación de un pensamiento nacional, corriente teórica que a través de diferentes producciones intenta analizar la realidad de nuestro país con parámetros acordes a nuestra esencia e historia.
El que describió como ninguno el papel de los “Figurones”, como estos son reclutados, preparados y capacitados, hombres sin ética y sin moral, al servicio de intereses antinacionales y como la “Opinión Pública”, a través de los medios, intenta convencernos de su talento. Son los maestros desorientadores, con prestigio pero sin talento, son la “Intelligentzia” que tan bien describiera Jauretche.
Ninguneado en los claustros universitarios, salvo excepciones, nadie como él describió a los tilingos, al “medio pelo”, al que vota contra sus propios intereses, los que apoyan tonterías insustanciales, tales como “hay que bajar el costo laboral”, “los obreros no producen” “hay que apoyar el déficit cero”, etc.
Gracias Don Arturo por tanto y por todo lo que a través de su prédica nos ha enseñado para seguir bregando por dejar de ser un país neocolonial.
Siguiendo esta suerte de guía de efemérides del mes, celebramos el 17 de noviembre como “El Día de la Militancia”, conmemorando la épica jornada del retorno del General Perón a la Argentina luego de 17 años de exilio.
Jornada lluviosa, fuerzas de seguridad impidiendo que miles nos acercásemos a Ezeiza a recibir al conductor del Movimiento Nacional, el cruce del Río Matanza como se pudiese, gases lacrimógenos, amenazas, pero nada logró impedir a esa avasallante juventud junto a los trabajadores, que pocas horas después, ya en Vicente López, se reencontrase con el anciano líder.
Resulta difícil hoy hablar de “Soberanía”, pero el 20 de noviembre se recuerda “La Vuelta de Obligado”, donde un grupo de valientes se enfrentó ante el bloqueo anglo-francés a las dos potencias más importantes de ese momento.
Figuras como el “Gaucho Rivero”, resistente de la ocupación en 1833 por parte de los ingleses de las Islas Malvinas, muere heroicamente durante el fragor de la lucha emprendida en esa jornada.
Vale recordar, que cuando el 2 de abril de 1982, la Dictadura Cívico Eclesiástica Militar ocupa las islas usurpadas, en un primer momento se llamó “Puerto Rivero” a la capital de las mismas y rápidamente, sólo dos días después, ante el “reclamo liberal” pasó a ser nominada como “Puerto Argentino”.
Y quizás no estaría de más recordar al 15 de noviembre como “Día Nacional de la Mentira”, recordatorio de las promesas incumplidas por el ciudadano que hoy ocupa el cargo en el Poder Ejecutivo.
En tiempos oscuros, como los de este presente, debemos y tenemos el deber de hacer renacer las esperanzas junto a los sectores populares, con voluntad, optimismo y pasión inclaudicable. Hoy como ayer, la disyuntiva es Liberación o Dependencia y como bien enseñara la abanderada de los humildes, “la patria dejará de ser colonia o la bandera flameará sobre sus ruinas”.
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