El gabinete de Vidal: hombres, porteños, políticos y con carreras estatales

En el último informe de investigación del Observatorio de las Elites de la Universidad Nacional de San Martín, analizamos el perfil sociológico del gabinete de la provincia de Buenos Aires. Nuestros resultados muestran que la composición de estos elencos contrasta con algunos slogans que Cambiemos y la gobernadora Vidal han instalado en el sentido común.

Que María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, es una de las figuras más importantes del escenario político actual es un hecho evidente. Considerando esta innegable relevancia, ¿no es sorprendente lo poco que sabemos sobre su gestión y sobre los elencos que la acompañan en la titánica tarea de gobernar la provincia más poderosa de nuestro país?

El Observatorio de las Elites del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín (IDAES-UNSAM) es un programa de investigación que produce conocimiento científico sobre las elites argentinas, el cual difunde entre un público no especializado. En nuestro trabajo más reciente, titulado ¿Quiénes gobiernan la provincia de Buenos Aires? [1], analizamos el perfil sociológico del gabinete de la gobernadora Vidal.

En este informe de investigación, escrito en coautoría con la socióloga María Cecilia Lascurain, reconstruimos el perfil sociodemográfico, educativo y ocupacional de los 91 funcionarios designados por Vidal entre diciembre de 2015 y marzo de 2016: ministros, secretarios y subsecretarios; como coordinadores, asesores y auditores con rango ministerial. Incluimos a las 20 dependencias que integraron el organigrama del gabinete: 11 ministerios, 6 secretarías, la Dirección General de Cultura y Educación, la Asesoría General de Gobierno y la Coordinación General de la Unidad Gobernador. En todos los casos, trabajamos con fuentes públicas.

Los resultados de nuestra investigación muestran que la composición de estos elencos contrasta con varios slogans que Cambiemos y la gobernadora Vidal han procurado instalar en el sentido común.

Primero, en oposición a la imagen “femenina” que construye públicamente la gobernadora, nuestros datos indican que sus designaciones en el gabinete consagraron una profunda desigualdad de género. Las mujeres ocupan sólo el 16,5% de los cargos más altos. Además, hay mujeres ocupando altos cargos sólo en la mitad del gabinete, como muestra el siguiente gráfico:

Más: el 87% de las mujeres que logran ocupar algún cargo en las cúpulas del gobierno provincial ocupan las segundas líneas, sólo 2 tienen rango de ministras y una de ellas es la secretaria privada de la gobernadora. Esto confirma la existencia de un “techo de cristal” para las carreras femeninas y consagra una profunda desigualdad de género, paradójicamente en un gobierno liderado por una mujer.

Segundo, un análisis de la procedencia de los funcionarios del gabinete muestra que difícilmente se cumple el slogan que afirma “somos la provincia”. Por el contrario, nuestros datos muestran que poseen poca experiencia en la gestión de la provincia de Buenos Aires o sus municipios: casi el 70% de los funcionarios que ocupaban un cargo público al momento de ser reclutados para el gabinete, lo hacía en la Ciudad de Buenos Aires, verdadero “semillero” del gabinete de Vidal. La provincia de Buenos Aires está siendo gobernada por un “gabinete porteño”.

Tercero, contra la propaganda oficial que pregona que “la política” es corrupta y prebendaria, presentando a la gestión provincial como una nueva “generación”, nuestros datos muestran que el 44% de los funcionarios de Vidal posee participación política conocida. A diferencia del gabinete nacional, donde los funcionarios con trayectoria partidaria son sólo el 17% (tal como mostramos en el Informe N°1 del Observatorio), los bonaerenses constituyen un “gabinete multipartidario”. Sus miembros integran una red de pertenencias partidarias que incluye una “pata peronista”, es decir, a funcionarios provenientes de alguna variante del peronismo, cuyo peso asciende al 18%, como muestra el siguiente gráfico:

Cuarto, y contra lo que podría esperarse en la conformación de una fuerza política que ha afirmado repetidas veces su desprecio por quienes “viven del Estado”, es notorio el peso que tienen en el gabinete los funcionarios que han construido largas carreras público-estatales. Nada menos que el 75% del gabinete provincial (considerando a los individuos sobre los que hay datos) ocupaba un cargo público al momento de ser convocado por Vidal. Más aún, el 30% de los funcionarios (sobre los que existen datos) ocupó 4 cargos públicos o más a lo largo de toda su trayectoria, mientras que casi el 43% “vive del Estado” hace 9 años o más.

La provincia más importante de nuestro país es gobernada por un gabinete mayoritariamente masculino, porteño, con importante participación política y largas carreras público-estatales. Un perfil ciertamente contrastante con varios de los slogans que Cambiemos y que la gobernadora Vidal han procurado instalar en el sentido común de los argentinos.

[1] Para acceder al informe completo, y al resto de las publicaciones del Observatorio: http://www.unsam.edu.ar/institutos/idaes/observatorio-elites-argentinas/documentos.asp

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