Darío Sztajnszrajber: “La popularización es clave para cualquier ciencia social o humana”

Es un filósofo que se desataca por la búsqueda de nuevos espacios, lenguajes y objetos para la reflexión filosófica. En este camino comprometido con las formas de divulgación de un saber académico para que pueda ser apropiado para pensar la vida cotidiana y desmontar el sentido común dominante, incursionó en la televisión, la radio y el teatro. En esta entrevista para Entredichos, dialogamos sobre estos desplazamientos filosóficos y lo que los mismos tienen para decirnos acerca de las ciencias sociales, la posverdad y los procesos simbólicos de producción de colectivos sociales.

Reflexivo, didáctico y apasionado, así se desenvuelve Darío Sztajnszrajber durante una entrevista en la que abordará diversas cuestiones medulares para el pensamiento social contemporáneo tanto como para la imaginación de modos democráticos, igualitarios y abiertos hacia la otredad de estar juntos. Los desplazamientos filosóficos –las errancias y los devenires de su pensamiento- que a mi entender caracterizan su apuesta por una “filosofía otra”, que habite otros espacios, que hable otros lenguajes y que permita reflexionar sobre la mismidad y la otredad en el seno de nuestra sociedad, permitirá ir hilvanando en el trascurso de la entrevista cuestiones diversas y, a la vez, entretejidas por su capacidad de interrogación e intelección: las ciencias sociales y la necesidad de repensar su lugar y su accionar en la sociedad contemporánea; el desafío de la divulgación y la democratización de la filosofía (y, más ampliamente, de otros saberes académicos y/o expertos) a otros espacios, problemas y actores, para tornarla herramienta y condición de posibilidad de la autorreflexión, la desnaturalización de la vida cotidiana y la transformación de la propia existencia; la posverdad –maravillosamente definida en esta entrevista como el momento en que “la categoría histórica de verdad ya ha evidenciado su apariencia”- y el consecuente desarrollo de un nuevo régimen de representación (espectral, fantasmagórico) de lo real, que combina el autoengaño y el montaje que produce y hace visible “la sociedad del espectáculo del espectáculo”; y, por último, la cuestión de la otredad en la vida social y el desafío de imaginar modos de lo social entre lo colectivo y lo individual que no supongan ni asimilación ni exclusión (o exterminio) de la diferencia.

De esta manera, emergen problemáticas entrelazadas que van desde el cuestionamiento de la permanencia de las ciencias sociales en su “zona de confort” y la incitación a abandonarlo y emprender otros caminos, hasta la inquietante pregunta por otras formas de imaginar lo comunitario que no supongan la abolición de la otredad, pasando por el fundamental reconocimiento de la relevancia de la democratización del saber en la posibilidad de transformar nuestras vidas y las de los demás. En síntesis, lo que nos propone en este fascinante y vertiginoso recorrido es un serie o secuencia de tópicos –repensar las ciencias sociales, democratizar el conocimiento, criticar el régimen dominante de representación e imaginar formas novedosas, libertarias y emancipatorias de estar juntos en, entre y con la diferencia y la otredad- que nos interpelan en lo referido a lo modos de interrogar, enseñar, aprender, divulgar y relacionarnos en nuestro quehacer académico, profesional, político y cotidiano.

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  1. Clara Judith Brito Carrillo 19 agosto, 2017

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