La FTS en el Primer Congreso Argentino de Cannabis y Salud

El día miércoles 21 de junio, en el marco de las actividades del Primer Congreso Argentino de Cannabis y Salud, se desarrolló el Panel: “Uso del Cannabis y Organizaciones Sociales” en la Facultad de Trabajo Social de la UNLP.

Como propuesta conjunta de la Facultad de Trabajo Social, Medicina, Ciencias Exactas, Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, el panel contó con la presencia de referentes de organizaciones sociales a nivel nacional e internacional: Paulina Bobadilla (referente de Mama Cultiva Chile), Ana María Gazmuri (Directora de la Fundación DAYA Chile), Valeria Salech (Mama Cultiva Argentina), Ana García Nicora (Cannabis Medicinal Argentina -CAMEDA-). La actividad fue coordinada por el graduado de la FTS Federico Pelagatti.

En representación de CAMEDA, Ana García Nicora efectuó un recorrido por el proceso de conformación de la organización. La misma está centrada en el rol de nuclear a las familias afectadas por problemáticas de salud como la epilepsia refractaria de sus hijos e hijas. Busca generar espacios de acompañamiento “ante el vacío jurídico, político y social” respecto del uso medicinal del cannabis como alternativa en los tratamientos de salud.

En este sentido, García Nicora señaló los avances en este proceso de cambio de paradigma referida al uso medicinal del Cannabis y la necesidad de contar con un Estado presente a través de distintos organismos, como el CONICET, las Universidades, el INTA, la Agencia Nacional de Medicamentos, entre otros. A su vez, situó los puntos significativos en torno al avance producido con la sanción de la ley 27.350 y los desafíos en la etapa de implementación en torno a la prevención y promoción; para garantizar el derecho a la salud, la producción de lineamientos, la provisión de asesoramiento y la capacitación de los profesionales.

Por su parte, Paulina Bobadilla se refirió a los procesos de conformación de la organización Mama Cultiva Chile y situó lo difícil que ha sido este camino para las familias, en el marco de un contexto social y económico de endeudamiento de los padres para hacer frente a los tratamientos de sus hijos, sin protección por parte del sistema de salud restrictivo. A los 5 años de funcionamiento de la organización  ya nuclean 10.000 familias. Además se encuentran profundizando los estudios clínicos del uso del cannabis terapéutico en pacientes con cáncer y han logrado incorporar profesionales médicos al trabajo que vienen desarrollando. En su exposición, Bodabilla señaló como reivindicaciones fundamentales de la organización a la defensa del autocultivo y del cultivo comunitario, con acceso justo y democrático para todos.

Este último punto, coincidió con la presentación que realizó Ana María Gazmurri de Fundación DAYA. Ella ubicó el surgimiento de la asociación civil en el proceso de búsqueda de acompañamiento de las problemáticas de salud y del mejoramiento de la calidad de vida, con evidencias clínicas en la utilización del cannabis terapéutico para la producción de bienestar tanto en los niños y niñas como en adultos con diversas patologías. A su vez, señaló los efectos que produce la prohibición del cannabis en términos de los tabúes y las censuras en las prácticas de los profesionales de la salud. En este punto, puso el acento en el cambio de paradigma centrado en el autocultivo, en la regulación futura de la industria, en la democratización en el acceso y en los logros que supone penetrar la institucionalidad del sistema de salud con la disponibilidad del uso para situaciones de pacientes internados.

Finalmente, la presentación de Valeria Salech de Mama Cultiva Argentina recuperó las herramientas que la organización fue construyendo para instalar el tema en los ámbitos legislativos. Resaltó cómo se fueron formando y aprendiendo en torno a la problemática de salud, a la experiencia del uso de cannabis y a la difusión del mejoramiento en la calidad de vida que dicho uso implica. Entre los apoyos recibidos, destacó a los trabajadores de los distintos medios gráficos y las radios que difunden sus actividades, a los profesionales médicos que se animaban a acompañarlas y las prácticas que van rompiendo estructuras y mandatos culturales en torno de la prohibición. En relación a esta última cuestión, Salech plantea la necesidad de revisar los procesos de atención de la salud sin desconocer “el conocimiento desde el dolor, entender la enfermedad, el derecho a vivir una vida digna, el derecho a la autodeterminación del paciente”. Por esta razón, planteó la necesidad de seguir abriendo espacios de debate que incorporen a distintos ámbitos profesionales y a muchas más organizaciones.

Nota: María Laura Andreoni. Docente de la FTS-UNLP

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