El pasado jueves 23 de marzo se organizó en la Facultad de Trabajo Social la actividad “Políticas de Memoria en la UNLP: la reconstrucción de legajos de trabajadores y estudiantes”, a cargo de la cátedra de Trabajo Social IV. Los invitados fueron la abogada Guadalupe Godoy, Directora de Programas de Memoria y Reparación Histórica de la Prosecretaría de Derechos Humanos UNLP; Cynthia Ramacciotti, psicóloga, docente de la Facultad de Trabajo Social, integrante del equipo de reparación documental de legajos de estudiantes, y Juan Ignacio Juarez Velzuc, estudiante de la Facultad de Psicología UNLP, integrante del mismo equipo.
Esta actividad resultó un prolegómeno al acto de entrega del legajo reparado a los familiares de Liliana Ross, la estudiante, detenida desaparecida, de Trabajo Social.
Estos eventos no constituyen hechos aislados, sino que se enmarcan en una política de derechos humanos que lleva adelante la UNLP y, en particular, nuestra facultad. A partir de este trabajo La Prosecretaria de DDHH elabora la Resolución Nº 259/15 que tiene como objetivo dejar constancia escrita sobre los reales motivos que determinaron la interrupción del desempeño laboral o estudiantil de docentes, no docentes, graduados y estudiantes de la UNLP que fueron víctimas de la última dictadura cívico-militar. Ya que hasta el momento existían cientos de legajos con datos apócrifos que sirvieron para intentar ocultar la verdadera historia de las víctimas del terrorismo de Estado. Muchos desaparecidos y asesinados de la UNLP figuran oficialmente como fallecidos, cesados en el cargo, o incluso en condición de abandono de tareas.
En este marco, la actividad comenzó con Guadalupe Godoy contextualizando cómo se fueron construyendo los procesos de memoria, verdad y justicia a partir de la apertura democrática. Resultó interesante este ejercicio de problematización que nos permitió localizar procesos que solemos naturalizar: “Ser hijo de desaparecido, sobreviviente del terrorismo de Estado o exiliado, era mal visto, nadie hablaba de eso; ni siquiera las propias familias”. Es así que surge H.I.J.O.S., de la necesidad inicial de juntarse y poder hablar de las experiencias singulares. Fue necesario trabajar sobre el ejercicio de memoria y verdad a nivel societal, para luego llegar a un proceso de justicia. La ciudad de La Plata en ese sentido tiene mucha historia, vio nacer a H.I.J.O.S, a Hebe, Estela de Carlotto, referencias ineludibles en la lucha de los derechos humanos; no por casualidad, sino porque el terrorismo de Estado se localizó en los grandes centros urbanos estudiantiles-obreros: Córdoba, Rosario, Bahía Blanca y La Plata. Fue interesante también desarmar el relato de “la noche de los lápices”, hecho conocido por la detención y desaparición de estudiantes secundarios, en su lucha por el boleto estudiantil. Ya que el relato armado de esta manera oculta que no fue una noche, sino todo el mes de septiembre con la persecución y detención de estudiantes secundarios y, en segundo lugar, se olvida subrayar que se los llevan por ser militantes de distintos partidos y agrupaciones. Fue necesario este proceso histórico de disputas por cómo construir la memoria, verdad y justicia para dar paso, 40 años después, a un proceso de reparación, concluyó Godoy.
Esta contextualización sirvió para complejizar con los estudiantes el concepto de memoria colectiva enlazando con los contenidos de Trabajo Social IV. La memoria colectiva en la perspectiva de Halbwachs (2004) permite pensar al pasado y su relación con el presente, qué se conserva y qué se descarta de él y por qué. Múltiples memorias colectivas coexisten, se yuxtaponen, se complementan y se oponen, de acuerdo a la situación, a los actores y al tiempo y espacio; se deshacen y se vuelven a armar junto con los grupos en los que viven. En este sentido, la actividad permitió reflexionar sobre qué vestigios y consecuencias del terrorismo de Estado podemos ver en la actualidad.
Juan Ignacio Juarez Velzuc, por su parte, describió cómo se lleva adelante técnicamente el proceso de reparación de legajos en la Facultad de Psicología, donde los mismos se hallan microfilmados hasta el proceso de reparación. A la vez que se indagan y rastrean datos para contactar familiares, que puedan terminar de aportar datos y ser destinatarios de esa reparación.
Finalmente, Cynthia Ramacciotti se centró en el proceso subjetivo de lo que fue la reparación del legajo de Liliana Ross. Puntualizó primeramente la labor iniciada por Enrique Fidalgo, a partir de incorporar en la propuesta pedagógica de Psicología I, el acompañamiento en los juicios de lesa humanidad y la temática de derechos humanos. Luego continuó con la descripción del proceso de reparación que implicó entrevistas, búsqueda de fuentes documentales, elementos que hacen que uno comience a meterse en la vida cotidiana de esa persona, de sus familias. El relato fue emotivo, ya que cada uno de nosotros podíamos identificarnos en algún punto con esta colega, cuyos objetivos tenían que ver con pensar nuestra profesión para un mundo mejor.
Se hizo hincapié en el proceso subjetivo de la reparación, ya que esto implica trabajar con narrativas y acciones y no sólo con saberes sino también con emociones. Significa además precisar quiénes son los sujetos o grupo involucrados, qué contenidos ponen ellos en juego, de qué modo y cuándo. (Jelin, 2002.) Entonces, el pasado tiene presencia en el presente, pero no como un recuerdo recuperado o un hecho estático, sino como una (re)construcción hecha por actores en función de las propias subjetividades.
Cynthia planteó que continuarán trabajando con los legajos de dos compañeras desaparecidas más que son egresadas del Ministerio de Salud, ya que son procesos que sirven para trabajar nuestra identidad profesional. Queda un largo camino por recorrer en cuanto proceso de reparación en la UNLP. En un contexto de retroceso de derechos, consolidación del neoliberalismo y negacionismo de los procesos históricos, el Trabajo Social tiene como tarea poner una vez más el eje en los derechos humanos.
“ si todo dominio consiste en el olvido de lo dominado, es la memoria la única que puede vencerlo, rescatando el recuerdo de cada uno de los individuos que fueron olvidados, reconstruyendo sus historias personales y liberándolos de las visiones estigmatizadoras que muchas veces pesan sobre ellos” (Adorno, T. ).
Referencias
- Adorno, T. (2003), Una filosofía de la memoria, Editorial Herder, Barcelona.
- Halbwachs , M. (2004), Los marcos sociales de la memoria, Anthropos, México.
- Jelin, E. (2002), Los trabajos de la memoria, Madrid y España, Siglo XXI, Buenos Aires.
Mirar hacia atrás, al pasado, no lo debemos hacer solo por el recuerdo. Esa mirada “forense” a lo sucedido debe insertarse en nuestro presente con el objetivo futuro de conocer LA VERDAD. Esa debe ser el objetivo de cualquier asunto q atañe a mirar los DD HH y como los brutalizaron las dictaduras, en este caso, la argentina: CONOCER, SABER y todo ceñido a LA VERDAD de lo q ocurrió. A partir de allí podríamos dilucidar q haremos con esa VERDAD. Perdonar, castigar o una mezcla de ambas, con el claro objetivo de q no vuelva a ocurrir. Hacer cotidiana la consigna d los viejos Poumistas, socialistas, anarquistas y hasta comunistas republicanos, “No Pasarán”