“Las teorías feministas son un saber indisociablemente ligado con un movimiento político”

Por la tarde del martes 3 de noviembre se llevo adelante el conversatorio “Repensando el campo de la teoría social. Criticas y aportes de la teoría social feminista” organizado por la cátedra Teoría Social de la Facultad de Trabajo Social.

El martes 3 de noviembre  se realizó el panel “Repensando el campo de la Teoría Social. Criticas y aportes de la teoría social feminista” a cargo de la Cátedra de Teoría Social de la Facultad de Trabajo Social y tuvo como invitadxs a la Lic. Paula Soza Rossi, la Lic. Gisela Giambernardino y al Dr. Néstor Artiñano. Los principales objetivos del encuentro partieron desde el pensar los aportes de los feminismos a la Teoría Social general.

Para dar comienzo al encuentro Julio Sarmiento, titular de la cátedra de Teoría Social, manifestó el fundamento principal del conversatorio a raíz de la gran influencia de los feminismos en los últimos años: “no hay prácticamente esfera de la vida social que no haya sido trastocada por el influjo del movimiento de mujeres y diversidades sexuales”, y por ende  el campo de la teoría social no ha quedado exento de los efectos que ha producido la emergencia del feminismo: “el campo de la teoría social está siendo fuertemente interpelado por la influencia del movimiento de mujeres y diversidades sexuales”.

El equipo de cátedra, conjunto con las interpelaciones de lxs estudiantes, presentó algunos interrogantes claves para el desenlace del conversatorio. ¿En que medida la teoría social feminista desestabiliza algunos supuestos básicos subyacentes a las teorías sociales hegemónicas? El campo de la teoría social ¿ha sido regido por un orden del discurso que excluyó largamente a las mujeres de la práctica teórica legítima? También, en relación a las practicas concretas, por ejemplo desde las políticas públicas e intervención profesional ¿Qué implicancias prácticas tiene la teoría social feminista?

En primer lugar, tomo la palabra Paula Soza Rossi  quien compartió un escrito: “para la teoría de género y la epistemología feminista, siempre hubo pensadoras y luchadoras de las más diversas corrientes, no debe sorprendernos que no nos haya llegado sus contribuciones porque existió un a priori que minusvaloro y también invisibilizó esas reflexiones”. En este sentido, hizo hincapié en que se pueda reconocer actualmente, cuál fue el mecanismo de discriminación para que no se vuelva a caer en el olvido.

Por último, sostuvo que “los escritos de las mujeres y de las disidencias, además de originales y novedosos, instauran una forma de racionalidad ampliada, que incluye las emociones, modos colectivos de razonamiento”. En esta línea, desarrollo algunos ejemplos que tuvieron que ver con los derechos humanos de las disidencias y la violencia de género.

Luego fue el turno de Gisela Giamberardino  quien se cuestionó desde su propia lucha en la academia “¿por qué en las ciencias sociales los feminismos han sedimentado más como un prejuicio que como una invitación al uso de sus herramientas?” y expresó que eso responde a  la necesidad de incorporar  la teoría feminista “por su capacidad de interrumpir los consensos de las narrativas dominantes (…) tanto en el sentido común que es patriarcal, androcéntrico, misógino, tramposo, contradictorio y sobre todo conservador, como en los espacios científicos”. En su intervención, recordó a De Souza Santos planteando que  “las ausencias son activamente producidas” y a su vez, afirmó que al haber sido producidas, hay posibilidad  de revertirlas. También, resaltó que los diálogos posibles actualmente “se pueden ver en relación directa con los activismos feministas y disidentes, con feministas adentro de la universidad”.

Por último, Néstor Artiñano presentó a la razón como una actividad asignada a lo masculino “los hombres se apoderaron de la razón y pretendieron encontrar allí su poder y su privilegio”. Destacó que “mientras al hombre se lo presume de racional, a la mujer se la reconoce como carente de razón” y en este sentido, “el ámbito de las presunciones, siempre está ligado a un deber ser”. A modo de cierre, reflexionó sobre cómo a partir de los feminismos, mujeres y disidencias y su interpelación es que el trabajo de las masculinidades se hace posible.

El encuentro fue sustancioso en intercambios y reflexiones, permitió desentramar cómo el feminismo es un sujetx histórico que en los últimos años toma relevancia pero que viene de larga data su influencia en las transformaciones del mundo social. En términos de teorías feministas, los aportes epistemológicos son inéditos y plantean cierta continuidad, sin un saber a priori y de una vez para siempre.

Nota realizada por Daiana Belén Juarez en el marco del Tramo Optativo de la Licenciatura en Trabajo Social de la FTS.

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