Noticias| martes, 17 de agosto de 2021

Construyendo desde la nostredad

Se llevó a cabo el panel Diversidad del segundo módulo en el marco de la capacitación sobre la implementación  de la Ley Micaela para docentes y no docentes de la FTS, organizado por la Dirección de Derechos Humanos y Género de la FTS y el Equipo Coordinador Ley Micaela.


por Entredichos

El día 6 de julio se transmitió de forma virtual a través del canal de YouTube, el panel Diversidad del segundo módulo en el marco de la capacitación sobre la implementación de la Ley Micaela para docentes y no docentes de la FTS, organizado por la Dirección de Derechos Humanos y Género de la FTS y el Equipo Coordinador Ley Micaela.

En dicho encuentro expusieron el Dr. Facundo Saxe, profesor y doctor en Letras, becario del Conicet y una marica fuera de lo binario y la Lic. Marlene Wayar, psicóloga social y doctora honoris-causa, activista e impulsora del movimiento trans en Argentina. A su vez contó con la coordinación de  la Mg. Evangelina Mazur y la Lic. Samanta Echeverry.

El primero en exponer fue Facundo Saxe quien comenzó recordando el título del comunicado “Al closet académico no volvemos nunca más”,donde problematizó cómo es el tránsito de las disidencias por el ámbito académico. A su vez, expuso que la universidad hasta no hace mucho tiempo, con sus estigmas acerca de lo no binario como “desecho”, fue parte de los mecanismos de exclusión que generó que las disidencias fueran expulsadas de las aulas o habiten los márgenes. En este sentido, propuso a la universidad como un lugar de disputa donde se tensione y piense  la diversidad. También, sostuvo que “no está mal querer una universidad que abrace a todes” y donde las disidencias no continúen habitando el silencio. Afirmó la importancia de no volver nunca más al closet académico y reconoció los avances que se fueron conquistando en relación a alojar las diversidades.

Por otro lado Saxe  definió al orgullo, retomando a Sara Ahmed, como algo asociado con la libertad de poder respirar, de poder construir vidas vivibles, hablar en primera persona, es irreverente y subversivo: “poder decirme marica no es solo un orgullo, sino también es una venganza contra el miedo que nos hicieron sentir a muchas, una venganza contra el miedo que genera el odio y la violencia, contra todes los que nos enseñaron que no podíamos hablar . Nuestra venganza es que pese a todo esos silencios estamos construyendo”.

Para finalizar, cerró su exposición afirmando que la Ley Micaela es una herramienta que aporta a la ruptura de los pactos del cis heteropatriarcado en la universidad; y solo cuando sean rotos tales pactos, se podrá dejar de gritar: al closet académico no volvemos nunca más.

A continuación expuso Marlene Wayar, quien se posicionó desde la teoría travesti-trans latinoamericana; donde se diferenció de las teorías que las preceden no a modo de rechazo, sino desde la autonomía de las disidencias. Trajo al panel una poesía para referirse a la imposición social que existe sobre las niñeces. En este sentido afirmó que la taxonomía es imposible, ya que, nada es tan aislado y cada tránsito de la experiencia humana es específico.

Wayar comentó que transitamos un mundo estructurado capitalista, mágico-religioso, patriarcal que está heterosexualmente planteado de modo compulsivo y obligatorio. Esta estructura llegó a Latinoamérica por medio de la colonización y de esto da cuenta el grabado de Johann Theodor de Bry que compartió para comprender cómo se entendía a este supuesto nuevo mundo. Añadió que la demonización, patologización, los discursos lombrosianos y eugenésicos sobre lo diferente llevaron a la deshumanización de las subjetividades, donde contó la historia del Cacique Torecha y su hermano para dar cuenta de ello.

Finalizó retomando la teoría travesti-trans latinoamericana, a fin de proponer una nueva epistemología con 4 ejes fundamentales. El primero, es una epistemología convergente porque retoma distintas teorías y las une dándoles un nuevo significado, en ese sentido, se debe configurar una nueva matriz de aprendizaje en la cual la utopía comunitaria es que todos lleguemos a considerarnos políticamente trans, que cambie nuestra forma de relacionarnos. En segundo lugar, es trashumante porque busca volver a los pueblos de cultura oral y aprender cómo ellos transitaban por los territorios a fin de habitarlos sin devastarlos. El tercero, es ecléctica, refiriéndose a la actitud de tener disposición, humildad y buscar abrazar a las otras personas. El último, en un sentido complejo, remite a relaciones primeramente sociales que luego se convierten en sexuales. Cerró su presentación aludiendo que las personas somos muchas más complejas de lo que el sistema quiere simplificar.

El panel finalizó con un espacio de preguntas y debates del cual se pueden recuperar algunas reflexiones. Por un lado, para poder acabar con las microviolencias en el ámbito académico debemos desandar las supuestas verdades absolutas y recuperar nuevas teorías; por otro, reconocer que el conocimiento académico es producido desde una posición heteropensante y patriarcal, siendo necesario correrse de ese lugar y situarnos desde una nostredad. En otro orden, la ley de cupo trans no es un privilegio, sino un ejercicio de discriminación positiva que habilita la equidad jurídica en base a las diferencias. El cupo trans y el lenguaje inclusivo solo son un paso en pos de la transformación del sistema, el desafío actual es construirlo desde y con la voz de los más vulnerados de la sociedad.

 

Nota realizada por Florencia Arpone en el marco del Tramo Optativo de la Licenciatura en Trabajo Social de la FTS.

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